2Sa 3:27-39 | NBLA | STEP | Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano , lo hirió en el vientre y murió.

a 2Sam. 2:23; 20:9, 10; 1Rey. 2:5

g Job 31:28, 29; Prv. 24:17

h 2Sam. 1:17; 2Crón. 35:25

k 2Sam. 12:17

l 1Sam. 3:17

m 2Sam. 1:12

p1Crón. 29:1; 2Crón. 13:7

q 2Sam. 19:5-7

r1Rey. 2:32-34

2 Samuel 3:27-39

27 Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano ^a, lo hirió en el vientre y murió. 28 Cuando David lo supo después, dijo: «Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner. 29 »Caiga ^{▼▼Lit. Arremolínese.} su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre ^c, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso ^d, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan». 30 Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael ^e, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.

31 Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: «Rasguen sus vestidos ^f, y cíñanse de cilicio, y hagan duelo delante de Abner». Y el rey David iba detrás del féretro. 32 Sepultaron, pues, a Abner en Hebrón. El rey alzó su voz ^g y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo. 33 Y el rey entonó una elegía ^h por Abner, y dijo:

«¿Había de morir Abner como muere un insensato? 35 »Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos;

Como el que cae delante de los malvados ^{▼▼Lit. hijos de maldad.}, has caído». Y todo el pueblo volvió a llorar por él.

Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a ^{▼▼Lit. para hacer.} que comiera pan mientras aún era de día ^k. Pero David juró: «Así me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna ^l antes de ponerse el sol ^m». 36 Todo el pueblo reparó en ello, y les agradó ^{▼▼Lit. fue bueno a sus ojos.}, pues todo lo que el rey hacía agradaba a ^{▼▼Lit. era bueno a los ojos de.} todo el pueblo. 37 Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey que se diera muerte a Abner, hijo de Ner. 38 Entonces el rey dijo a sus siervos: «¿No saben que un príncipe y un gran hombre ha caído hoy en Israel? 39 »Hoy soy débil, aunque ungido rey ^p; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo ^q. Que el Señor pague al malhechor conforme a su maldad ^r».